Cuándo se le pedía al joven Mozart que tocara el piano, respondía: “Dime
primero que me quieres”.
Yo, también funcionaba con el amor. Cuando me sentía amado, sentía que
tenía alas. Cuando no, me encerraba en mi mismo.
Stan Rougier
En el artículo anterior hablaba de aprender a ser padres y madres y en
este a ser maestr@s, profesor@s, docentes en cambio constante pues la sociedad cambia constantemente.
¿Que tenemos que saber para
que los alumnos sean adultos sanos? Cómo decía Eduard Punset respecto a los
padres “una
gestión deficiente, privada de cariño y de inteligencia, de las emociones de un
niño, en edades muy cortas, incide de manera muy directa en el comportamiento
de este niño cuando es adulto".
¿Qué importancia tienen las relaciones entre los docentes y
el alumnado? ¿Es necesario una educación emocional más beneficiosa para todos?
Hace años escribí el
siguiente texto:
“En el actual sistema
educativo se reconoce a la escuela como escenario prioritario para adquirir las
competencias que pueden favorecer estilos de vida saludables…
Se aprende a convivir
saludablemente cuándo se comparte inteligencia y se unen los talentos. Si
permitimos la participación y colaboración de cada uno de los miembros de una organización nos sorprenderían los resultados.
En cada uno de nosotros hay un talento que muchas veces está por descubrir,
cuando florece y sale a la luz uno se siente importante, recupera la confianza,
se siente útil y necesitado pues puede aportar lo mejor de sí. Al reconocerse
se da cuenta de los talentos de los demás, éstos a la vez recuperan su
confianza y es cuando reconocen al otro, todo es una cadena.
En un país si
nuestros sistemas educativos y sanitarios fallan se desmorona. Si la salud es
lo más importante en la vida de una persona hay que asegurar la educación como
pilar que conduzca a la misma.
Es importante dar
prestigio al maestro en el caso de las escuelas, al profesor referente a los
IES y al docente en lo relativo a la Universidad. Tenía que ser un eslabón que
uno va consiguiendo peldaño a peldaño. Primero se tiene que aprender a ser
maestro para hacerse uno a sí mismo, después profesor para asegurar un
compromiso con la ciencia (los demás) y posteriormente docente para
responsabilizarse como investigador y llegar a ser experto (el otro). Es una
forma de garantizar el funcionamiento de los sistemas educativos y sanitarios
con dignidad, respeto y honor.
Enfrentar las propias
contradicciones es sencillo, lo blanco y lo negro, el orden y el desorden, es
una labor de equipo, solo hay que contrastarlas…
Aprender a convivir,
a ser más responsable y comprometido. Dirigir la mirada hacía una práctica más
saludable, alegre y feliz.
En la escuela hay demasiados
conflictos, violencia, agresividad, falta de compasión y de humildad, miedos,
decepciones, fracasos, malentendidos, etc. A veces, es solo una cuestión de
ética.
Es importante que los
problemas se traten en equipo, se discutan. El comentar los hechos lleva a que
se debata y conduce al diálogo. La mayor parte de las ideas, de las intuiciones
se originan y maduran en equipo
produciéndose un encuentro intelectual, percibiéndose conexiones ocultas. Es
importante sacarlas a la luz pues implican un conocimiento tácito que hay que
explicitar. A través de las interacciones se produce una visión unificada en
los claustros que involucran esfuerzos de diferentes personas para llevar a
cabo decisiones en general que marcan el funcionamiento del centro.
Es difícil pasar de
un pensamiento convergente a uno divergente. Es normal en los centros ante un
conflicto encontrar solo una solución. Cuando lo importante son las personas
hay que dar giros a los planteamientos, pros y contras pues hay cantidad de
soluciones apropiadas más que una única correcta, seguro que entre todos se
llega a la mejor solución. Al realizar el trabajo así se establece una relación
intensa personal y pedagógica entre el profesorado que lleva a una satisfacción
de los miembros, por entender entre todos que se ha hecho lo más correcto.
El primer cambio que
tiene que percibirse en los centros es la ilusión en el profesorado por
sentirse motivado en el ejercicio de su labor educativa y uno está motivado
cuando tiene saber y experiencia y se enfrenta a los problemas y siente que aporta ideas, mejoras, soluciones . El planteamiento es en presente, hay que vivir día a día e intentar
hacerlo bien. ¿Cómo dejar el camino a los jóvenes sino les conducimos con
nuestro saber y experiencia? Sería
desentendernos de todo y asentar que tienen más saber que nosotros, hay que
enseñarles. La escuela es el mejor espacio experimental de la vida y hay que
sentirla, gozarla, amarla, compartirla, es decir hay que vivirla.
Tras una experiencia
emocional se produce un cambio, una renovación, una nueva ilusión por la vida,
una mejor conciencia de sí mismo. La
vida es la que te enseña el cambio. Intentar comprenderla es asumir y aceptar
los acontecimientos y desde los mismos dar respuesta, actuar.
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