Han Byung-Chul es un filósofo contemporáneo que ha obtenido el Premio Princesa de Asturias de comunicación y humanidades 2025.
Nació en Corea del Sur, estudió en la Universidad de Seúl, y desde allí se fue a vivir a Alemania. Realizó un doctorado en Friburgo con una disertación sobre la Stimmung o el estado de ánimo en Martin Heidegger. Posteriormente realizó estudios en Basilea y trabajó en la Universidad de Karlsruhe. Es profesor en la Universidad de arte en Berlin dónde aún imparte alguna clase. Reside en Alemania
Dedicó su estudio y sus reflexiones a la ética, la teoría cultural, la filosofía, la religión, la estética, y domina muchos temas de interés social en relación con internet, las redes, el narcisismo, los desórdenes psicológicos. Escribió más de treinta libros entre los que destacan los tratados que él denomina "Müdigkeitsgesellschaft o la sociedad del cansancio", del burnout, "Transparenzgesellschaft o la sociedad de la transparencia", El concepto de Shanzhai que es un neologismo chino que se refiere a la apropiación de una forma, de una idea, a lo que se identifica como una desestimación del estatus original, bien para reducir costes, deconstruir prácticas y se hace a modo de astucia para conseguir algún beneficio.
Han Byung - Chul nos hace saber de una forma bastante clara como es el sujeto del hoy, como son las personas en la actualidad. Nos explica que somos sujetos de rendimiento, personas que tenemos que rendir, realizar tareas, actividades, y que según los medios utilizados logramos resultados o no y nos autoexplotamos.
En el tratado de la sociedad del cansancio nos dice que la depresión, el agotamiento, el cansancio, el déficit de atención, la hiperactividad se deben a un exceso de positividad, que no se quiere fracasar y se persevera, que es como la ambición de la eficiencia, somos responsables, comprometidos, sacrificados y nos autoexplotamos a nosotros mismos. Que el sistema neoliberal que defiende la teoría económica ya no es un sistema de clases, nos dice que es una lucha interna contra uno mismo, que somos un proyecto, que siempre nos estamos reinventando, somos amos y exclavos a la vez, siempre nos estamos autoexplotando, victimas y verdugos, somos sujetos de rendimiento y además tenemos el corage de decir la verdad. Que en realidad hay esta lucha en cada ser humano, la disciplina penetra en el cuerpo, en las fibras y lo convierte en una máquina, en cuerpos dóciles, que somos ganado laboral y ademas que somos portadores de verdad, portadores de información, portadores de energia.
La presión de rendimiento nos produce desgaste. Estamos obligados a maximizar el rendimiento, modificamos la atención, la percepción, la fragmentamos y lo hacemos con el multitasking, las multitareas, el poder hacer muchas cosas a la vez, con la finalidad de poder administrar el tiempo. Pasamos de una tarea a otra de una forma rápida, a la vez esto nos hace mas animales, mas salvajes, tener que estar en alerta, lo que nos implica ser menos inmersivos, menos capacitados para la contemplación y para la buena vida porque hay que controlarlo todo, diferentes tareas, procesos, dinámicas y prepararse para esta atención dispersa. Es todo muy entretenido, no hay tiempo para el aburrimiento, hay mas agitación y aceleración. Al existir este exceso de rendimiento se produce el burnout, el alma quemada, agotada, la depresión.
Nos da el autor esta contradicción entre lo que es la actividad, el rendimiento, la responsabilidad y a la vez la cultura, lo que requiere inmersión, contemplación, tiempo, paciencia, bienestar, buena vida, creerse libre, auténticos, creativos y producir.
Para Han Byung - Chul cansancio es falta de fuerza, sumisión, subordinación, humildad, sujetarse a la voluntad de otro, a complacerle. Añade que existen distintos tipos de cansancio, el cansancio de la actividad, que viene a ser el del silencio, sin decir, sin hablar, del que actúaobservando, mira, que ve, el cansancio de la positividad, como agotamiento de una constante superación, el cansancio de la negatividad como entretiempo que se asemeja al juego y a un juego de paz.
Nos lleva a la salud, a que cada época tiene sus enfermedades y que la de ahora es así porque nos saturamos con tantas autoexigencias, que el ser humano se abandona a la vez asi mismo y funciona, tiene que funcionar, que trabajar. Entiendo a que a esto hay que añadir los resultados, los logros que si son decepcionantes despues de tanta tarea implica más insatisfacción, más cansancio.
Añade el autor que la persona se da cuenta de su individualidad, de su docilidad, de su sumisión, que la lleva a mas aislamiento, lo que significa soledad, no asistir a fiestas, a eventos, a la participación que implica lo social, a la vez es menos consumo. Hay esta lucha entre el yo y el nosotros, que la persona misma no se permite un nosotros. Los eventos son mas consumo, mas lujuria, salirse de lo normal, de lo necesario, a la vez son un lujo de privilegios, placeres, comidas, goces, ceremonias, elegancia en el vestir. En realidad nos queremos sentir libres pero no lo somos. Entiendo lo que nos quiere deir con la soledad, la cultura, las multitareas y el rendimiento, el ser individual y social, que es todo una contraversia.
El libro "La sociedad del cansancio" tiene varios textos, y al primero lo titula "Violencia neuronal". Hasta hace poco se hablaba de la época inmunológica, de bacterias y virus, protegerse y respetar lo extraño y en la actualidad pasamos a la era neuronal. Todo tiempo tiene sus enfermedades. En el presente menciona todo lo que tiene que ver con lo neuronal con el déficit de atención, los trastornos de personalidad, el síndrome del desgaste ocupacional. Es todo super, la superproducción, el superrendimiento, la supercomunicación, hay un exceso de positividad, a modo igualmente de violencia y no proviene como lo inmunológico de lo extraño sino de las multitareas y que se expresa por agotamiento, fatiga, por un exceso de rendimiento, y quizás querer llevarlo todo a cabo y bien y a la vez hay que delegar. Esto es un problema añadido porque no siempre la persona delega en lo que ella quiere delegar, hace realmente lo que más le gusta y quiere.
La sociedad del siglo XXI rechaza todo lo disciplinario y obediente, todo lo que controla, lo que se apoya en la negatividad, en el tu no puedes, y lo contrapone al si puedo, si lo voy hacer porque entiendo que tengo que hacerlo, debo hacerlo. Y no te da ese permiso, no te da esa posibilidad así que hay que reemplazalos por proyectos, por iniciativas porque el no poder genera locuras y negatividades, violencias mayores y el ver la posibilidad y hacerlo es dar como un salto, un giro, que en realidad es resultado de lo disciplinario, ese rendimiento genera malestares, depresiones, porque viene del fracaso, de l tu no puedes, de la negatividad.
Es muy interesante todos los conceptos que nos da el autor y lo que une a la salud de las personas y a la enfermedad. Entender que la depresión es representativa de la sociedad actual, desde mi punto de vista esta ahí anclada porque no siempre tu misma has decido por ti, han sido los otros quienes lo han hecho y si lo hiciste tu ha sido desde el fracaso, en realidad son los otros quienes han decidido, a la vez la presión tampoco eres tu misma sola la que la generas ya que el cuerpo se acostumbra hacer las multitareas, por la disciplina, que lo que genera el desgaste ocupacional, a la vez la presión y el alma queda agotada, no es solo provocado por el rendimiento es a pesar de el no haber logrado los propósitos, los retos.
Han Byung-Chul nos dice que lo que enferma en si no es el exceso de responsabilidades sino el imperativo del rendimiento. Lo que caracteriza a la sociedad actual en cuanto a la enfermedad está todo relacionado con lo psíquico y lo neuronal. Y nos lleva a algo que a mi me pareció fundamental como es al control de impulsos porque en si según sus teorías la sociedad se está preocupando más en ser supervivientes que en llevar una buena vida y tener salud.
Hay que cuidar la vida. Nos lleva al pesamiento educativo de Nietzche de aprender a mirar, a pensar, a hablar y a escribir, a educar de una manera profunda y contemplativa, al aprendizaje del control de impulsos, lo que significa saber decir no, detenerse cuando supone un enfado, rabia, ira, lo que tiene que ver con el miedo y a controlar todo lo que tiene que ver con la vida emocional, como decía de Jacques Delors "la educación divino tesoro", aprender a superar las tensiones, aprender a ser, a vivir, a convivir, aprender a vivir juntos, lo que significa que también tenemos que aprender los malismos, la negatividad. Que el malestar, el síndrome del quemado tiene que ver con las decisiones a pesar del imperativo del rendimiento. La cultura requiere atención profunda, observación, inmersión contemplativa, obtener logros para la humanidad, no perder con las distintas tareas la calma, la relajación, el don de mirar y de escuchar. Hay esa danza en la vida que nos puede llevar a la expresión y no desembocar por falta de la misma en la barbarie.
Me lleva el autor a todos estos distintos tipos de pensamiento acerca de lo natural, lo salvaje, lo positivo y lo negativo, lo que es ser supervivientes y lo que significa querer vivir bien y con salud. Lo que significa rendimiento, trabajo, lo que es un lujo y un privilegio, de ser emprendedores de sí mismos, y en realidad la cultura, lo intelectual, se da en soledad, y muchas veces gratis, las iniciativas, el contemplar, caminar, no hacer nada, me lleva a la cultura y al arte porque el arte es así, implica inmersión, creación, dar forma a lo que no se expresa. Hay este tipo de danza en la vida, de lucha.
A la vez la danza es rendimiento, positividad, trabajo, es acción, movimiento, es un lujo y es soledad, es información que puede estar relacionada con la verdad. Es hacer trabajar a la maquina del cuerpo y poder parar y observar, es intimidad, y puedes sacar la basura, lo que no vale, la rabia, toda la energía negativa y a la vez hacerla mas dulce, mas tierna y hacerla resplandecer tanto desde la negatividad como desde la positividad, es trabajar la luz y la osucridad a la vez, el bien y el mal, la verdad y la mentira, es ejercicio, actividad, es tormenta emocional porque la vida emocional es esto, es hacer bien tu actividad, es rendimiento, trabajo, a la vez puede permitir crear, iniciativas, así es la performance, puedes añadir tu percepción sensorial, desarrollar a la vez tu agilidad tanto física como mental.
Entiendo aquí lo que quiere decirnos Han Byung-Chul, que la vida se convierte en el primer problema, y que el ser humano quiere preocuparse de si mismo y tener salud, procurarse una vida sana, vivir, estar pendiente de su propia vida y de su propia existencia, y que lleva a cuestas esto, su rendimiento, su trabajo, sus tareas y a la vez su propio bienestar, y que quiere mirar de otra manera, comprende entiendo lo negativo, las tristezas, lo que produce dolor, y que le resulta todo esto complicado, porque puede entender el sentido de la vida pero a la vez quiere cumplir retos y los propósitos que se propone. Y que el cansancio en si es tener en cuenta esta visión de rendimiento y de contemplación, que para él ya es como un premio, y ante el asombro del mundo busca ese tiempo para no hacer nada. No quiere ese tipo de supervivencia, esa lucha sino que busca tener una buena vida y con salud.
En el libro "La sociedad de la transparencia" se centra en la transparencia, lo que él entiende como un impulso incansable hacía la divulgación voluntaria, y que se hace a expensas de otros valores como la verguenza, el secretismo, la confianza. La transparencia aparece cuando desaparece la confianza, y cuando la sociedad apuesta por la vigilancia y el control. Va unida al vacío del sentido y tiene que ver con lo que exige la sociedad. Que la transparencia es información, comunicación, no es algo así espontáneo que se nos ocurre, es un acto también intelectual al que le falta la ternura con actitud de respeto, de distancia, es la evidencia, la sociedad de la evidencia que quita encanto a las cosas y nos otorga esa sensación de dominio sobre lo real. Trabaja el autor con ideas claras y con pensamientos e ideas muy actuales, del hoy, o al menos como nos ha llevado la sociedad al hoy.
Nos viene a decir que en la sociedad de la transparencia la esencia es la transparencia. Pone en cuestion tres aspectos: la intimidad, la información y la revelación.
Trata la intimidad como fórmula de la transparencia. Que la intimidad nace en el siglo XVIII con el teatro del mundo, con la máscara, la apariencia, que hay mucho resentimiento guardado, y se precisa hacerlo con humor, por eso el teatro del mundo es así donde la expresión es mas de pose, porque si el alma está quemada ya no nace del corazón. Nos lleva a Rousseau que decía que el caracter tenia que ser igual al comportamiento. La expresión y el alma, la transparencia es eso, eliminar toda máscara. Al revelar sentimientos, emociones íntimas se da información, se expone la intimidad, se revelan datos. En tiendo que para explicar el mundo y tener construción de la verdad hay que saber analizarlos, entra aquí la ciencia.
Nos lleva su trabajo a la danza de la vida y al mundo emocional. La ansiedad, la insatisfracción, la frustracción, el miedo a fracasar, a no llegar y estar a la altura, que puede deberse por autoexigencias, por la sociedad del rendimiento, por querer alcanzar estandares exigentes en términos de éxito, de productividad, de reconocimiento, que influyen en el propósito de las personas. Hay un vínculo entre emoción, inteligencia, cognición y la vida moral. La positividad es como una igualdad en el entendimiento y la negatividad es autonomia, es como el respeto, aceptar en el otro lo que no entendemos, o con lo que no estamos de acuerdo, lo que cuestionamos.
Para finalizar os dejo unas palabras del texto de Han "El espíritu de la esperanza", dar las gracias por todos estos conceptos y libros que me gustaría retomar, leerlos y estudiarlos, felicitar al autor por su premio y comentar que este año el dia internacional de la danza 2025 el mensaje se encargó a Mikhail Baryshnikov y en él nos explicaba que la danza despierta ese deseo de sanar y no de dañar, expresa lo que no se puede decir en relación al dolor, a la alegría, a la desesperación de una fragilidad compartida. Que es todo agitación y hay que lidiar con esa agitación, que la carga pesada es una protesta, es el grito desgarrado no solo del cuerpo sino de todo lo interno, de esa agitación y rendimiento de las neuronas y de lo externo en protesta contra las injusticias.
Nos deja unas preguntas muy interesante ¿Dónde está mi verdad? ¿Cómo me honro a mi misma y a mi comunidad? ¿Ante quién respondo? Entiendo esa llamada de atención en soledad cuando no se reconoce ni se quiere reconocer el valor de las personas, el potencial que tienen y que en realidad es bueno para el crecimiento no solo de ellas sino el económico, a la vez el lujo que supone vivir bien, poder cubrir todas las necesidades y poder tener esa libertad si quieres de asistir a fiestas, a eventos. Y el significado de positividad y negatividad y lo valioso en ellas y lo no tan valioso. Que la danza en la vida es así, te hace recordar momentos, situaciones, superar contradicciones y enfados, la mayoría de las veces sin ayuda de nadie, y te hace quitar el malhumor, es trabajo y se contrapone también a la soledad y a las fiestas, existe en ella una liberación para algo, es actividad frente a la contemplación que es inactividad, pereza, subjetividad. Que tanto en la positividad como en la negatividad hay rendimiento, y puede existir esa contemplación si se controlan bien los impulsos, se reflexiona, se tiene más calma, paciencia, escucha, relajación, esperanza, si se tiene esa ilusión y ese entusiasmo siendo todos valores fundamentales que implican salud, bienestar.
"La esperanza supone un movimiento de búsqueda. Es un intento de encontrar asidero y rumbo. Quizás sea por eso que nos lanza a lo desconocido, hacía lo intransitado, hacía lo abierto, hacía lo que todavía no es, porque no se queda en lo sido ni en lo que ya es. Pone rumbo en lo que aún está por nacer. Sale en busca de lo nuevo, de lo totalmente distinto, de lo que jamás ha existido".
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