
Según el prólogo “La escasez y el miedo eran los puntales de
aquella sociedad en su mayor parte, pues sólo los adictos al régimen, y no
todos, podían disfrutar entonces del tipo de respiro que pueden ofrecer los
sistemas políticos cerrados, basado en la recomendación y el privilegio”.
En aquel entonces se realizaban tertulias
que duraban casi toda la tarde como una necesidad de intelectualidad así como
la necesidad de café.
Todo aquel que no estuviese de
acuerdo con la forma de gobierno tenía que mantenerse en silencio o exponerse a
contener sus impulsos o sentimientos ya que podía sentirse perseguido tanto en
el ambiente de trabajo como en su vida cotidiana.
El intelectual español vivía en
una campana de cristal con un aislamiento total sin poder participar en
reuniones, ni conversar y limitado totalmente por el sistema.
El protagonista es Pedro, a
través de él se realiza una crítica a la sociedad de esos tiempos y a la hostilidad del entorno donde se palpa una moralidad superficial y falsa.
El libro se puede leer desde dos
visiones distintas. Una desde lo temporal, los acontecimientos que ocurren, lo
que pasa y sucede y otra espacial, de calidad, comunicativa, como documento que acredita y testimonia algo resultando toda una obra de arte.
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