Cada uno es artífice de su propia aventura. Don Quijote de la Mancha
Tal día como hoy, un 29 de septiembre nacía Miguel de Cervantes
Saavedra. Es considerado una de las figuras máximas de la literatura española y
universal. Conocido por haber escrito Don Quijote de la Mancha. Esta obra fue
llamada la del entendimiento, quizás porque combina lo noble y caballeroso
tradicional de la época con lo ingenuo, cómico y divertido sacando a la luz
historias, condiciones, comentarios, anotaciones, refranes mezclando lo humano
con lo divino, mirando un poco deshacer la autoridad, las sentencias de los
filósofos, los milagros y consejos de las sagradas escrituras, las fábulas de
los poetas, los misterios de la vida procurando con palabras honestas llenas de
significante y significado dar a conocer conceptos.
Os dejo uno de los poemas que ensalzan al libro de Don Quijote como es
el de Urganda la desconocida. Urganda era una maga de la que se habla en la
novela anónima de caballerías “El Amadis de Gaula”. A cada verso le falta la
última sílaba, dando a entender que se trata de un enigma, dándole un sentido
oculto y proponiendo descifrarlo. Y lo vuelvo a repetir debajo a modo de solución que estaría bien contrastarlo con otras fuentes.
Los poemas del libro son una crítica a los libros de caballerías.
Elogian las hazañas de un loco como superiores a las propias o comunes. Por
otra parte quieren convertir a autores, tal como el mismo Amadis de Gaula, y a personajes de las historias en dementes como
que proceden sin juicio ni razón, ridiculizando, satirizando sin reconocer el
mérito que tienen por eso se establece ese marco burlesco, irónico que da
comicidad y que lleva a la tolerancia y a la comprensión pues Cervantes era un
hombre avanzado a su tiempo donde escribía entre líneas para hacer un mundo más
posible, pacífico y mas justo.
Este modo de presentar el poema sirve para aplicar intelectualmente y para
desafíos llevando a modelos más complicados, enrevesados y difíciles .
elogios AL LIBRO1 DE
DON QUIJOTE DE LA MANCHA,
URGANDA LA DESCONOCIDAI
Si de llegarte a los bue-,
libro, fueres con letu-,
no te dirá el boquirru-
que no pones bien los de-2.5Mas si el pan no se te cue-
por ir a manos de idio-,
verás de manos a bo-
aun no dar una en el cla-,
si bien se comen las ma-10por mostrar que son curio-3.
libro, fueres con letu-,
no te dirá el boquirru-
que no pones bien los de-2.5Mas si el pan no se te cue-
por ir a manos de idio-,
verás de manos a bo-
aun no dar una en el cla-,
si bien se comen las ma-10por mostrar que son curio-3.
Y pues la espiriencia ense-
que el que a buen árbol se arri-
buena sombra le cobi-,
en Béjar tu buena estre-15un árbol real te ofre-
que da príncipes por fru-4,
en el cual florecióII un du-
que es nuevo Alejandro Ma-5:
llega a su sombra, que a osa-20favorece la fortu-6.
que el que a buen árbol se arri-
buena sombra le cobi-,
en Béjar tu buena estre-15un árbol real te ofre-
que da príncipes por fru-4,
en el cual florecióII un du-
que es nuevo Alejandro Ma-5:
llega a su sombra, que a osa-20favorece la fortu-6.
De un noble hidalgo manche-
contarásIII las aventu-,
a quien ociosasIV letu-
trastornaron la cabe-;25damas, armas, caballe-7,
le provocaron de mo-
que, cual Orlando furio-,
templado a lo enamora-,
alcanzó a fuerza de bra-30a Dulcinea del Tobo-8.
contarásIII las aventu-,
a quien ociosasIV letu-
trastornaron la cabe-;25damas, armas, caballe-7,
le provocaron de mo-
que, cual Orlando furio-,
templado a lo enamora-,
alcanzó a fuerza de bra-30a Dulcinea del Tobo-8.
No indiscretos hieroglí-
estampes en el escu-9,
que, cuando es todo figu-,
con ruines puntos se envi-10.35Si en la dirección te humi-,
no dirá mofante algu-11:
«¡Qué don Álvaro de Lu-,
qué Anibal el de Carta-,
qué rey Francisco en Espa-40se queja de la fortu-12!».
estampes en el escu-9,
que, cuando es todo figu-,
con ruines puntos se envi-10.35Si en la dirección te humi-,
no dirá mofante algu-11:
«¡Qué don Álvaro de Lu-,
qué Anibal el de Carta-,
qué rey Francisco en Espa-40se queja de la fortu-12!».
Pues al cielo no le plu-13
que salieses tan ladi-14
como el negro Juan Lati-15,
hablar latines rehú-16.45No me despuntes de agu-17,
ni me alegues con filó-18,
porque, torciendo la bo-19,
dirá el que entiende la le-20,
no un palmo de lasV ore-21:50«¿Para qué conmigo flo-22?».
que salieses tan ladi-14
como el negro Juan Lati-15,
hablar latines rehú-16.45No me despuntes de agu-17,
ni me alegues con filó-18,
porque, torciendo la bo-19,
dirá el que entiende la le-20,
no un palmo de lasV ore-21:50«¿Para qué conmigo flo-22?».
No te metas en dibu-23,
ni en saber vidas aje-,
que en lo que no va ni vie-24
pasar de largo es cordu-,55que suelen en caperu-
darles a los que grace-25;
mas tú quémate las ce-26
sólo en cobrar buena fa-,
que el que imprime neceda-60dalas a censo perpe-27.
ni en saber vidas aje-,
que en lo que no va ni vie-24
pasar de largo es cordu-,55que suelen en caperu-
darles a los que grace-25;
mas tú quémate las ce-26
sólo en cobrar buena fa-,
que el que imprime neceda-60dalas a censo perpe-27.
Advierte que es desati-,
siendo de vidrio el teja-,
tomar piedrasVI en lasVII ma-
para tirar al veci-28.65Deja que el hombre de jui-
en las obras que compo-
se vaya con pies de plo-,
que el que saca a luz pape-
para entretener donce-2970escribe a tontas y a lo-30.
siendo de vidrio el teja-,
tomar piedrasVI en lasVII ma-
para tirar al veci-28.65Deja que el hombre de jui-
en las obras que compo-
se vaya con pies de plo-,
que el que saca a luz pape-
para entretener donce-2970escribe a tontas y a lo-30.
Urganda la desconocida
Si de llegarte a los bue- nos.
libros, fueres con letu-ras
no te dirá el boquirru- bio
que no pones bien los de- dos:
Mas si el pan no se te cue- ce
por ir a manos de idio-tas
verás de manos a bo-cas
aun no dar una en el cla-vo:
si bien se comen las ma-nos
por mostrar que son curio-sos.
Y, pues la expiriencia ense-ña
que el que a buen árbol se arri- ma
buena sombra le cobi-ja
en Béjar tu buena estre- lla
un árbol real te ofre- ce
que da príncipes por fru- tos
en el cual floreció un du- que
que es nuevo Alejandro Ma-gno
llega a su sombra, que a osa-do
favorece la fortu-na
De un noble hidalgo manche- go
contarás las aventu-ras
a quien ociosas letu-ras
trastornaron la cabe-za
damas, armas, caballe-ros
le provocaron de mo-do
que, cual Orlando furio-so
templado a lo enamora-do
alcanzó a fuerza de bra- zo
a Dulcinea del Tobo-so.
No indiscretos hieroglí- ficos
estampes en el escu-do
que, cuando es todo figu-ras
con ruines puntos se envi-dan
Si en la dirección te humi-llan
no dirá, mofante, algu-no.
"¡Qué don Álvaro de Lu-na,
qué Anibal el de Carta-go,
qué rey Francisco en Espa- ña
se queja de la Fortu- na!
Pues al cielo no le plu- go
que salieses tan ladi- no
como el negro Juan Lati-no,
hablar latines rehú-sa.
No me despuntes de agu-do,
ni me alegues con filó-sofos
porque, torciendo la bo-ca,
dirá el que entiende la le- va
no un palmo de las ore-jas:
"¿Para qué conmigo flo-res
No te metas en dibu- jos
ni en saber vidas aje-nas
que, en lo que no va ni vie-ne
pasar de largo es cordu- ra
Que suelen en caperu- za
darles a los que grace- jan;
mas tú quémate las ce- jas
sólo en cobrar buena fa-ma
que el que imprime neceda-des
dalas a censo perpe-. tuo
Advierte que es desati- no
siendo de vidrio el teja-do,
tomar piedras en las ma- nos
para tirar al veci-.no
Deja que el hombre de jui-cio
en las obras que compo-ne
se vaya con pies de plo-mo
que el que saca a luz pape- les
para entretener donce- llas
escribe a tontas y a lo-cas.
Si de llegarte a los bue- nos.
libros, fueres con letu-ras
no te dirá el boquirru- bio
que no pones bien los de- dos:
Mas si el pan no se te cue- ce
por ir a manos de idio-tas
verás de manos a bo-cas
aun no dar una en el cla-vo:
si bien se comen las ma-nos
por mostrar que son curio-sos.
Y, pues la expiriencia ense-ña
que el que a buen árbol se arri- ma
buena sombra le cobi-ja
en Béjar tu buena estre- lla
un árbol real te ofre- ce
que da príncipes por fru- tos
en el cual floreció un du- que
que es nuevo Alejandro Ma-gno
llega a su sombra, que a osa-do
favorece la fortu-na
De un noble hidalgo manche- go
contarás las aventu-ras
a quien ociosas letu-ras
trastornaron la cabe-za
damas, armas, caballe-ros
le provocaron de mo-do
que, cual Orlando furio-so
templado a lo enamora-do
alcanzó a fuerza de bra- zo
a Dulcinea del Tobo-so.
No indiscretos hieroglí- ficos
estampes en el escu-do
que, cuando es todo figu-ras
con ruines puntos se envi-dan
Si en la dirección te humi-llan
no dirá, mofante, algu-no.
"¡Qué don Álvaro de Lu-na,
qué Anibal el de Carta-go,
qué rey Francisco en Espa- ña
se queja de la Fortu- na!
Pues al cielo no le plu- go
que salieses tan ladi- no
como el negro Juan Lati-no,
hablar latines rehú-sa.
No me despuntes de agu-do,
ni me alegues con filó-sofos
porque, torciendo la bo-ca,
dirá el que entiende la le- va
no un palmo de las ore-jas:
"¿Para qué conmigo flo-res
No te metas en dibu- jos
ni en saber vidas aje-nas
que, en lo que no va ni vie-ne
pasar de largo es cordu- ra
Que suelen en caperu- za
darles a los que grace- jan;
mas tú quémate las ce- jas
sólo en cobrar buena fa-ma
que el que imprime neceda-des
dalas a censo perpe-. tuo
Advierte que es desati- no
siendo de vidrio el teja-do,
tomar piedras en las ma- nos
para tirar al veci-.no
Deja que el hombre de jui-cio
en las obras que compo-ne
se vaya con pies de plo-mo
que el que saca a luz pape- les
para entretener donce- llas
escribe a tontas y a lo-cas.
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