Me gustó siempre la filosofía, la psicología, la pedagogía, la lengua y la literatura. En realidad los libros, estudiar y no solo como conocimiento de pensamientos, de biografías, de esencias, de ser, de obras sino como avance de mi misma.
No era una persona soñadora, ni
contemplativa sino que tenía capacidad de trabajo. La vida diaria me envolvía,
me sentía partícipe, una actitud ya activa y productiva. El camino es la
meta y el recorrido el resultado.
No me parece interesante
interferir en los recuerdos aunque si me gusta repasar esos tesoros acumulados
de vivencias tanto positivas como negativas y salvar así etapas de la vida, de la identidad,
enderezar el propio árbol y así dar las gracias haciendo lo
humanamente posible para poder continuar el camino trazado con paciencia y poder escribir lo que percibo, lo que estudio y lo que siento.
Entiendo que el árbol representa al mundo y que es como una tarea: "Recuperar la dignidad". A veces no se está a la altura de las circunstancias al liberar el corazón de todo lo que te atormenta. Adoptas una postura de gran respeto y piensas que las personas que se han cruzado en tu camino te han brindado su ayuda aún aunque no te la hayan dado y que la vida no es sencilla y no se puede vivir atrapado ni en las propias fantasias sobre la realidad ni viceversa ni resignarse pues no siempre vamos a estar sufriendo, luchando sino que hay que descubrir y transformar realidades a través de la innovación y de la creatividad como si de un arte conceptual se tratara.
He tenido la suerte de impartir clases de educación física y de tener que hacer ejercicio físico constantemente, asignatura que parece no tener importancia porque según muchas opiniones no requiere esfuerzo intelectual cuando es al revés, somos personas en acción y necesitamos trabajar la fuerza muscular, tanto el esfuerzo físico como el intelectual, impulsar estilos de vida sanos, y que el cuerpo sea fuente de desarrollo personal, de expresión corporal. El ejercicio físico va unido a la salud y a la educación integral, a los valores y al intelecto "Mente sana en cuerpo sano".
He tenido la suerte de impartir clases de educación física y de tener que hacer ejercicio físico constantemente, asignatura que parece no tener importancia porque según muchas opiniones no requiere esfuerzo intelectual cuando es al revés, somos personas en acción y necesitamos trabajar la fuerza muscular, tanto el esfuerzo físico como el intelectual, impulsar estilos de vida sanos, y que el cuerpo sea fuente de desarrollo personal, de expresión corporal. El ejercicio físico va unido a la salud y a la educación integral, a los valores y al intelecto "Mente sana en cuerpo sano".
Os dejo frases que he ido anotando porque me han llamado la atención:
“Me festejo y me canto y lo que yo asuma
tú habrás de asumir, pues cada átomo mío también es tuyo”. Walt Whitman, «Canto
de mí mismo»
“La diosa. Engloba cualidades como: La intuición,
sanación y creatividad. Forjan grandes hombres y mujeres tanto en el arte como
en la literatura y en la ciencia”.
“El sueño es la pequeña
puerta escondida en el más profundo y más íntimo santuario del alma”. C.J. Jung
“…Lo materno, la
autoridad mágica de lo femenino, la sabiduría y la altura espiritual que está
más allá del entendimiento; lo bondadoso, protector, sustentador, dispensador
de crecimiento, fertilidad y alimento; los sitios de la transformación mágica,
del renacimiento; el impulso, o instintos benéficos; lo secreto, lo oculto, lo
sombrío, el abismo, el mundo de los muertos, lo que devora, seduce y envenena,
lo que provoca miedo y no permite evasión…” Platón
“Las cualidades del
espíritu comparadas con las del dinero son insignificantes. En un mundo
material lo espiritual esta fuera de circulación”.
“El saber solo surge
cuando puede abarcar el origen, el progreso y el fin. El comienzo de toda
evolución, sin embargo está en el mito. Toda investigación profunda de la Antigüedad,
por tanto, se reduce inevitablemente a él. Él es quien lleva en sí mismo los
orígenes, y solamente él puede revelarlos”. J.J. Bachofen. El matriarcado
“La cultura humana
debe haber sido moldeada en primera instancia, no por las feroces pasiones de
los cazadores que luchaban por el alimento y por las mujeres, sino por los
instintos de la madre”. R. Briffault. Las madres
“La mujer creada por,
desde y para el hombre, las hijas de los cerebros, costillas e ingenios
masculinos”. Goethe
“Cuando se reconoció,
por fin, que la sociedad humana encarna tanto la diversidad como la
conformidad, cuando se empezó a examinar las sociedades no occidentales, no
como una visión pagana, retardada o infantil de nuestra cultura, sino por sus
propios valores, comenzó a ser posible imaginar que la familia patriarcal y
patrilineal no era ni esencial ni tan inevitable como siempre se creyó. Se empieza a imaginar entonces la existencia
de cierta civilización universal más temprana, en la que prevaleció el derecho
materno sobre el paterno, y en el que la matrilinealidad y la matrifocalidad
tuvieron un papel importante; en la que, en definitiva, las mujeres eran
participantes activas y admiradas en la cultura. De este modo, se presentó ante
las mujeres una manera distinta de existir en el mundo. Si no estuviéramos
ligadas “por naturaleza” al lado “pasivo”, “dócil” e “irracional” de la persona
humana y sí de hecho fueran las instituciones y la “cultura” lo que determinó
esa naturaleza, nuestra condición de víctimas y la abnegación exigida a la “maternidad”
pueden ser la inversión de un periodo en que prevaleció el poder de la madre:
el matriarcado”: Adriano Rich. “Nacemos de mujer”
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