Me gustaría fijar unas líneas de reflexión como comprensión, saber y
aprendizaje. Voy a repasar ideas y formular preguntas como superación de prejuicios:
¿El desarrollo ético en la escuela consiste en saber cómo debe comportarse
uno mismo por el propio sentido de la dignidad y por consideración hacia los
demás.? ¿Tiene que ver con el
sistema y la honradez de la persona?
¿La política se puede entender como pedagogía social: reforma de cabezas
y corazones más que como lucha y conquista de poder político?
¿En toda la
vida humana hay tres componentes esenciales: El yo, la circunstancia y el otro?. El yo “lo sensible, la cultura, lo
concreto, la ética”, la circunstancia
“los principios, los conceptos, el conocimiento, las realidades”, el otro “la reflexión de los valores, el
esfuerzo, la radical libertad del ser humano, el compromiso personal, el
bagaje, la seriedad”
¿El espectador y el espectáculo es una realidad única, opuesta e
inseparable?
Cuando somos espectadores y miramos el espectáculo
podemos realizar crítica, es una forma de
observación, de vida pero la realidad es otra. La escuela tiene que preparar
para que todos sean parte activa, sean productores, dinámicos, protagonistas e
importantes. Otra cosa luego es la vida que cada cual tendrá que vivirla de una
forma determinada aunque entiendo que con una preparación y decisión.
La autoconfianza tiene que desarrollarse se sea bien aceptado o no y la ética, como si de un esfuerzo deportivo se tratara, como llegar a una meta, sin rechazos, ver los valores de la espontaneidad, del bien, del deber, de la creatividad, innovación, etc… Ayudar en la búsqueda de felicidad, vitalidad, belleza, avance en la vida, es una exigencia para cada uno, para poder entender y desarrollar la vida, llevándola hasta el máximo. Con esa idea del esfuerzo que se complace a sí mismo, relajarse, no sacrificar tanto, ni preocuparse, las circunstancias no las elegimos, puedes ser o no adversas, nosotros tenemos que llevar nuestro proyecto de vida y hay que hacerlo de la forma más feliz posible. A veces, todo en la persona es problemático, pero darse cuenta de esto ya es ponerse a nivel, conducirse. Si se hace de forma radical es atroz pero pensemos que la filosofía es radicalismo porque es un esfuerzo por descubrirse y descubrir las raíces de uno mismo y de los demás, desterrar el oscurantismo, la ignorancia, las supersticiones.
Sabemos lo que es competir y cooperar,
incluso lo vemos en la política, en las teorías de los grupos donde se crea un
alto nivel de aceptación y de exclusión. Entiendo que lo que se excluye la
mayoría de las veces no es por falta de habilidad sino de otros factores pero
primordialmente de honradez y lo que se acepta muchas veces no siempre se hace por
comprensión y confianza sino por necesidad y sumisión o simplemente por obligación. Tanto
compitiendo como colaborando te puedes sentir amedrentada por otros, en ambas
circunstancias, o bien, son felices cuando sucede algo molesto, desagradable,
malo a otros y no se solidarizan, o bien, el éxito y el sentido de una unidad
no está bien compartido, porque no todos estamos en la misma línea, siempre hay
personas que van a disponer de más consideraciones, ser mejor tratadas y viceversa. En
ambas formas hay división por categorías, se crean barreras y se justifican las
diferencias como si de un espectáculo se tratase obligándonos a ser
espectadores siendo todo ello una forma de exclusión, o no, puedes excluirte tú
mismo por no aceptar esa forma de funcionamiento. Siempre hay gente que
continua en el juego y que se cree con aceptación mutua pero tampoco quiere
decir que hayan sido ganadores ni los que se han salido que hayan sido
perdedores, quizás no quieras ese tipo de aceptación ni convertirte en
espectador ni en un puro observador, pero hablando de términos de vida, quizás
tampoco se tiene porque exponer tanto, ni poner en peligro. Se trabaja, se
realiza la labor lo mejor que se puede y es lo que hay. Si no se está a gusto y
se es joven siempre se puede buscar otra actividad que convenga y si se es
mayor se puede prejubilar o buscar otro tipo de beneficios y satisfacciones. Cuando alguien
abandona el juego es que bien ha querido, o se ha visto obligado por las
circunstancias del mismo, o han existido otras circunstancias. No quiere decir
que hayas perdido la confianza, ni de un sentimiento negativo a las
dificultades, ni poca tolerancia a la derrota, sino que has dado por finalizada
una actividad porque personalmente te generaba mucho esfuerzo y te aportaba más
problemas que beneficios.
Como punto final y motivo de reflexión, poner de manifiesto un pensamiento
de Mafalda: «Como siempre, lo urgente no deja tiempo para lo importante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario