Como soy de
temperamento tenaz y me encanta estudiar hoy me encontré escribiendo mi método.
Sentarme, estudiar, escribir mis pensamientos y sobre todo reconciliarme con mi
misma. Con lo que soy. Y enseguida comprendo que los acontecimientos y lo que
sucede tengo que aceptarlo y con humor, alegría y buen talante. Siempre fui lectora
pero desde temprana edad me interesaba profundizar más sobre mi propia
identidad. Y me gustaba la psicología, la filosofía, la pedagogía. Claro que
esto que puede parecer egocentrismo y narcisismo, el tener una buena imagen de mí misma, ser positiva, es lo que te lleva al progreso espiritual, a una
conciencia mayor, a la transformación de la biografía, de una misma. No deja de
ser una disciplina para aumentar la confianza en mí misma. Lo que a veces me
disgustaba era que mis ensayos la mayoría de las veces tenían un carácter
testimonial. Y lo que puede ser bueno no deja de ser un desnudo y la verdad al
desnudo puede ser dolorosa pero no deja de ser el camino por el que he optado.
Es una forma de ver la vida, de dejar de soñar y empezar a vivir. Es mi parecer
que cuando no construimos castillos en el aire es cuando realmente se obtienen
frutos en el aspecto que te familiarizas con la realidad. Sé que me han
orientado lecturas que para mí han sido muy luminosas pero he sido yo, guiada
por mi propio interior la que se ha encontrado consigo misma. Comprendo que el
mundo no depende de mí. Las cosas suceden como suceden y puedo interpretarlas,
pueden dolerme o resultarme placenteras. Creo que es una forma de posición
humilde y de verse en el propio espejo. Me asegura una mayor confianza,
capacidad de percepción y mayor sensibilidad.
Realmente
somos como un barco cuando navega. Ver el mar siempre me ha causado curiosidad.
Las olas son el movimiento y pueden producir tranquilidad o agitación.
El trabajo nace con la persona y quizás hoy ya
está más ligado a la renuncia. Me gusta viajar, leer, entretenerme, etc...
Todas las experiencias compiten entre ellas y con la vida misma. Cuando algo me
gusta, en ocasiones, estoy obligada hacer lo contrario, no viajar, no leer, no entretenerme, y cuando sucede es casi mejor
que su contrario para el descubrimiento de la paz interior, de la luz que hay
en cada uno.
Muchas veces me
preguntan y tú ¿porque luchas y trabajas
tanto? Parece que lucha y trabajo son conceptos parecidos pues el trabajo es un
tipo de lucha y la lucha es un tipo de trabajo. En cambio no es así, entiendo que lucha es un
concepto mucho más amplio.
Lucha se
refiere generalmente a un combate y en lo que aquí respecta es en relación a la
persona misma. El esfuerzo puede estar relacionado con la solución de un
conflicto, con la propia autobiografía,
con las ideas y principios, la propia ideología, con la familia, con el instinto
de supervivencia, con el afán de superación, con la danza de la vida respecto
al comer, vestir, viajar, etc… con otros significados e intereses como puede
ser la lucha de clases, la lucha política, cuestiones sociales, individuales,
organizacionales, intelectuales, o contra una enfermedad. Ello todo es sano y
saludable.
El trabajo se
refiere al oficio, a la actividad que realizo a cambio de un salario. Porque si lo interpreto como las tareas que llevo a cabo en un día estoy perennemente trabajando. Es cierto que soy feliz con mi
trabajo y que por muchas razones resulta gratificante y satisfactorio aunque también
requiere un gran esfuerzo físico, mental y tiene sus dificultades y
sufrimientos.
Es obvio que
hay que trabajar y ganar dinero para mantenerte en esta vida pero también
puedes hacerlo de muy diferentes maneras. Las hay que no tienes que sacrificarte
ni exponer tanto.
Lo que si
comprendí es que actuamos según el conocimiento y la sabiduría que tenemos y si
lo hacemos mal es por pura ignorancia. Estoy segura que no podemos luchar
contra la gente ni condenar a la persona del pasado porque en el presente ya es
otra, tiene otra sabiduría.
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