La calidad de Educación

Son muchos los condicionantes para una educación de calidad y lo que supone para todos.

Ya no es tanto si es mejor la enseñanza privada o  pública. No sería justo pues se dispone de financiación diferente y de recursos educativos distintos que hoy en día son cada vez más complejos y necesarios. Todos sabemos que contar con buenas instalaciones y recursos educativos cada día más complicados y costosos facilita mucho la puesta en marcha de los contenidos a través de unas actividades más exquisitas y novedosas.

Es mi parecer que existen excelentes personas tanto en la escuela pública como privada. Otra cosa diferente es la forma de acceso.  Se supone que la escuela pública tiene una dificultosa forma de acceso por oposición y que tendrían que entrar  las mejores personas “íntegramente formadas, con gran capacidad pedagógica y con un saber excepcional de manejo de técnicas, métodos y programas”. Indistintamente de las instalaciones y recursos lo público tendría que ser mejor.

A ambas enseñanzas les interesa hacer llegar al alumnado “el pensamiento pedagógico”. Entiendo que el pensamiento pedagógico es esencial tanto para los avances en el logro de la formación integral de la persona como para el progreso  social y la calidad educativa en los distintos niveles ( entendiendo este como personas en formación que les lleve a ser libres y autónomos,etc.)  El que quiera idearios de centro religiosos, deportivos, políticos, etc, tiene que buscarlos en lugares destinados para ellos.

Nos quisieron vender la moto con lo tradicional y el progreso, como si tuviéramos que elegir, sin ver que según vamos avanzando en la vida vamos progresando en educación pero que hay que continuar conservando tradiciones que forman parte de nuestra cultura y educación.

Es algo esencial que la escuela tiene que avanzar y que en el  alumnado prevalezca lo mejor de los siglos anteriores pero nos tenemos que concienciar que vivimos en el siglo XXI.

El profesorado tiene mucho que decir y que hacer pues para avanzar en la intervención educativa cotidiana es muy costoso para el mismo. Supone un esfuerzo personal grande y realizarlo es a base de que cojan protagonismo otros y ni todos tenemos la misma formación ni cobramos igual.

Y realmente podemos pensar que el protagonismo no importa pero sí el sueldo y eso es lo que nos diferencia a unos de otros. Pensé en la igualdad social y me encontré con grandes contradicciones.

Por una parte, no todos tenemos la misma formación ni trabajamos igual. Puede ser que a mejor formación y desempeño del puesto más satisfacción personal, profesional y social ya que realizas un bien porque al dar lo mejor de ti a las personas éstas lo captan y también dan lo mejor de sí. La satisfacción personal y profesional va ligada a la social que para mí también tiene que ver con mi progreso individual.

El progreso no tenemos que entenderlo sólo como motor de la economía pues hay diferentes formas de progreso: en la ciencia, en la tecnología, en la solidaridad, etc.

También se puede entender el progreso como una forma de traicionar la dignidad personal. El progreso va unido a muchas cosas pero especialmente al estudio y al avance para volver a crecer pues somos imperfectos y como tales cuando mejoramos digamos en “progreso” lo hacemos en dignidad “honestidad, autenticidad, coherencia, solidaridad…” y se esparce entre las personas que nos rodean. Es cierto que tenemos multitud de necesidades. Y no creo en que seamos insaciables. Podemos conformarnos con lo que tenemos pues nuestro modo de funcionar tiene que ser positivo. El dinero y el deseo de prosperar son inherentes al ser humano.
Algunas personas comentan que nunca se ha vivido como ahora. Se dice que España es un país con una deuda acumulada y que los jóvenes salen a la calle porque se han dado cuenta de esto y que les va a repercutir. Y aquí ya entremezclo mi vida personal, profesional y social.

Mejor decir que los tiempos han cambiado y que hoy se cuenta con unos recursos que no tuvieron nuestros padres pero también ellos tuvieron unos recursos que no tenían los suyos.

Los jóvenes lo que tienen que hacer es prepararse bien y trabajar en lo que puedan como hicimos todos hasta poder lograr sus objetivos. Si llegan y triunfan excelente y sino pues tendrán que comenzar a subir peldaños como hicimos los demás, al menos aquellos que tampoco pertenecemos a un partido político, deportivo ni grupo religioso, etc. Es decir, trabajar como hicimos todos y dejarse de tanta protesta.

Es muy cómodo apuntarse a un partido político, a un deporte o a una fe determinada para conseguir éxito social, fama,  concienciación o solidaridad en las protestas pero ese pertenecer a … marca las diferencias que hacen pasar a unos por encima de otros y traen sus consecuencias que no benefician a nadie.

Ya estamos cambiando de ley, cuando prácticamente comenzábamos a organizar la LOE, estudiando las competencias e indicadores, la selección de contenidos, la realización de unidades didácticas  y la organización en áreas. Áreas que por cierto tampoco tienen el mismo protagonismo.
La LOMCE "Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa" modificará la LOE y supone que va a reforzar Lengua y Matemáticas y suprimir Educación para la Ciudadania.

Sabiendo el gran interés que tiene todo el mundo por vivir una vida plena, se conceden escasas horas a lo que es el ejercicio físico, la salud, la alimentación, el juego y el aprendizaje de los diferentes deportes, a la música y a todo lo creativo, social y solidario. No sólo interesa saber lengua y matemática sino es necesario una preparación para una vida  plena (entendida con sentido y significado y para ello la persona tiene que considerarse valiosa) es lo que hay que cultivar y es de lo que tratan las competencias. Lo fundamental es la atención a la diversidad y realizarla en el aula, adaptándose al trabajo de cada escolar y al grupo clase. Realizar actividades construyendo un ambiente de trabajo dónde la solidaridad, la inteligencia emocional y el pensamiento crítico sea fundamental y desde luego aprender lengua y matemáticas pero al ritmo de cada uno sin sentirse por ello unos fracasados de por vida. Una atención a la diversidad para tener un protagonismo en la vida.

La LOE y su esencia humanística recoge una enseñanza que llega a todos y sin condiciones dónde cada docente tiene que intentar que el clima de trabajo sea el más conveniente y eficaz.