sábado, 18 de julio de 2020

El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI

El titulo del libro " El legado pedagógico del siglo XX para la escuela del siglo XXI" muestra una panorámica de todo aquello que nos han dejado grandes pedagogos en el siglo anterior. Hace un repaso de 13 pedagogos. En la portada aparecen los nombres de los 13 elegidos, se trata de los pedagogos "Dewey, Montessori, Decroly, Makarenko, Neill, Piaget, Ferrer Guardia, Freire, Skinner, Freinet, Bernstein, Illich y Vigotsky. 

Los autores del libro nos explican los motivos de su elección. Nos dicen que la diversidad de los elegidos es grande, que no todos trabajaban para el mismo tipo de alumnado y que algunos novelaron su pedagogía, otros la conceptualizaron, los hubo que adoraban la escuela y quienes la abominaban, que algunos venían de la medicina, otros de la sociología, de la filosofía y de la psicología, y que dentro de la pedagogía también eran diversos, los había que se centraban en la analítica, otros en la globalización, quienes eran más individualistas o quienes tendían puentes, explicaban, criticaban, proponían técnicas, diseñaban materiales, un número diverso de elegidos que les unía un gran secreto y era la educación y la pedagogía, querer aportar y trabajar dando lo mejor de sí mismos y plasmarlo. Sus ideas, propuestas, experiencias les ha supuesto un gran esfuerzo para cambiar y superar lo que había hasta esos momentos en la escuela. 

"La escuela como gestión inteligente de los asuntos humanos", función individual y social, crecimiento, control, materias y actividades con un gran desarrollo del curriculum, y un excelente sentido teórico y práctico, un saber llevar las ideas a la práctica. 

Las distintas aportaciones superaban el presente inmediato llevando a un gran conocimiento científico y reflexivo de lo que significaba y era la escuela. 

Los elegidos a la vez defendían y fomentaban valores, derechos, virtudes contemporáneas, pretendían una modernización de lo presente y la mayoría viajaban para conocer los trabajos de otros países y ver su funcionamiento y así poder plasmarlo con seguridad. Sus sistemas se convirtieron en modelo por ver los logros y los resultados, y por poner en tela de juicio mucho de lo existente en esos momentos dejándonos nuevas iniciativas y métodos. Algunos fueron chivos expiatorios por aquellos que no querían cambios, ni veían la nueva realidad social, ni el progreso, que no contemplaban un abanico de procesos en el alumnado y que pensaban que todo el alumnado funcionaba de la misma manera, hoy en día, la ciencia, la investigación ha demostrado que la escuela tiene que avanzar y situarse en el hoy, en el siglo XXI y favorecer el desarrollo integral del alumnado, de cada uno y a la vez crear las condiciones para dotarla de sentido situándola en el hoy estableciendo un verdadero clima escolar de acorde con los tiempos y asociado a la vida.

Para finalizar comentar que todos ellos tenían algo en común que era el compromiso con la educación, con la pedagogía, con una actitud ante la vida responsable, con unos nobles ideales, con el estudio y la ciencia, todos y cada uno de ellos trataban de plasmar unas teorías y unos métodos acordes con los tiempos, con las necesidades individuales, grupales y sociales, veían las injusticias e intentaban describirlas y erradicarlas, de alguna manera una forma de ver el mundo determinada participando para que se pueda vivir en paz y con unos valores. Dirigían los esfuerzos en ver las necesidades ya fuesen de cultura, de espacios, de recursos, de materiales, de contenidos, de valores y trabajaban para satisfacerlas ya fuera de manera individual o social y a la vez para lograr un mundo más justo mediante la acción educativa más allá de cualquier capricho o cambio sin una causa justificada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario