El campo de los hombres buenos

El campo de los hombres buenos es el título de un libro que habla del campo San Francisco. Los hombres buenos se refiere a los alcaldes y a los jueces que se reunían en una ermita fundada por la familia de la Rúa que estaba situada en la plaza de la Escandelera. 

El libro relata que no se trata de un parque sino de un campo donde se iba a pasear, a jugar, a bailar, a enamorarse y que para cada una de las personas nacidas en Oviedo representa unos recuerdos personales diferentes. 

La leyenda cuenta que San Francisco de Asis en su peregrinación a Santiago de Compostela llegó a Oviedo y que tanto le gustó el paisaje que edificó el convento de los Franciscanos donde está hoy la Junta del Principado de Asturias hacía el siglo XII. 

En el campo existió "una cárcel de mujeres", un "Hospicio provincial", un "baile", una "Guardería"  y creció "el carbayón" famoso árbol que da nombre a los habitantes de Oviedo como "Carbayones". En 1534 se convierte en espacio público.  Actualmente tiene variedad de paseos: Alamos, el bombé, la Herradura; edificaciones como la escuela de hostelería, el quiosco de la música, la Biblioteca de la Granja, el escorialin; fuentes, zonas de juego, esculturas,  y sendas donde se puede observar la gran variedad de flora y de fauna siendo el pavo real lo más representativo y admirado por todas aquellas personas que se recrean en este espacio natural.