Se abren nuevos sistemas de valores, donde
tenemos que reconocer que la salud es un valor en el conjunto de las
circunstancias que se producen alrededor de la persona. Es algo en lo que hay
que educar desde la infancia para dirigir una mirada siempre a actuaciones
saludables.
Más que cuanto se estudia y cuanto se aprende
tenemos que pensar en el mundo de las emociones y de los sentimientos y en cómo
se digiere todo esto. En estos tiempos donde la información va mucho más rápida
que el movimiento físico. En realidad es lo que incide sobre la felicidad,
sobre la persona.
Existe una sociedad en red, una nueva forma de
comunicarse y relacionarse que de alguna forma hace que nazca una nueva
sociedad. Internet, móviles, ya no es algo futuro, es presente. Hemos de decir
a favor de esta generación y la anterior que ha tenido que adelantarse a los
tiempos para hacer frente a todos los medios que interaccionan en esta
sociedad a la vez.
No solo podemos considerar las cosas interesantes
y novedosas sino tenemos que entenderlas como una nueva forma social, con
objetivos de formación científica y tecnológica, con nuevas demandas de una
educación contemporánea y de gran relevancia. La necesidad y la importancia de
compartir, de desarrollar en forma de cooperación los pensamientos, de trabajar
en horas libres y sin que nadie lo pida, como una forma de
autogestión, de forma informal y de comunicación libre, también una forma de
aprender a aprender y de buscar nuevos aprendizajes.
Cada ser humano expresa sus emociones de forma
diferente, influenciado por el entorno y la genética. La interacción es la que
configura la experiencia emocional. Ahora bien, las emociones son reacciones
que se viven con una fuerza superior de estado de ánimo, van acompañadas
de expresiones faciales, motoras, y surgen en situaciones concretas debido a
algo externo o interno del individuo. Es una percepción sensorial que lleva a
dar una respuesta. Está filtrada por la razón. Son multidimensionales e
involucran aspectos cognitivos, fisiológicos, conductuales, expresivos.
· Se habla de inteligencia emocional como la que guía al individuo en todos
sus ámbitos: personal, social, educativo, laboral, etc. Como la
responsable del éxito y de los fracasos de la vida. En ella está la capacidad
de autocontrol, autoconocimiento, automotivación, la empatía y el control de
las emociones y de las relaciones.
El equilibrio emocional hace más feliz al ser
humano y aumenta el aprendizaje por eso la necesidad de ser emocionalmente
inteligente manejando los sentimientos que le invaden, controlando las pasiones
que le rodean y canalizando sus emociones aunque haya causas que le impresionen
vivamente, hechos que le hayan hecho sufrir y diferentes interpretaciones. En la vida de
cada uno juega un papel muy importante los hechos reales que llevan a cambiar
el comportamiento de las personas y sus relaciones.
Es importante el manejo de las emociones para que
el individuo no se bloquee, reaccione, pueda tomar las mejores decisiones en su
vida.
En una sociedad civilizada los individuos se
rigen por principios, por valores educativos y asumen un rol. Cuanto más
correcto y amable sea mejor para su evolución, calidad y bienestar. Es un
condicionante para la paz tanto interna como externa, para sentirse bien, para
no comprometer el sistema de vida, en definitiva, para tener salud.
Promover la salud favorece la adaptación al mundo
y a los cambios que en él se producen, a llevar las circunstancias de la vida
de la forma más apropiada, digna y sana posible.
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